En su espacio exclusivo del SIHH, Vacheron Constantin deslumbró con novedosas piezas que sobresalen por su delicadísimo trabajo de relojería. Esta temporada, la fantástica marca suiza eligió el tourbillon, una de las mayores complicaciones de la relojería, para explorar nuevos horizontes en el arte de la fabricación de movimientos esqueletizados.
Con su reloj Malte tourbillon esqueleto, Vacheron Constantin resuelve una ecuación complicada. Este fabuloso modelo crea el marco para que una complicación tan difícil como el tourbillon se aloje en el interior de un calibre cien por cien esqueletizado. Se trata de una auténtica rareza de la alta relojería, desarrollada y fabricada íntegramente por la manufactura y distinguida con el prestigioso Punzón de Ginebra.
El nuevo calibre 2790 SQ late en el interior del esta asombrosa pieza enmarcada por una soberbia caja de platino con forma de tonel. La esfera, de zafiro, al igual que el fondo, está rodeado por un círculo color gris pizarra con unos elegantes índices metálicos.
La minutería, a su vez, está pintada, y las indicaciones de la fecha, la reserva de marcha y los segundos están grabadas y entintadas.
La jaula del tourbillon gira a las 6 horas sobre una cruz de Malta y arrastra el segundero pequeño.
El modelo Malte tourbillon esqueleto luce el prestigioso Punzón de Ginebra, el emblema más distinguido de la alta relojería, que da fe de la calidad y la fiabilidad de un reloj excepcional, fabricado en el cantón de Ginebra.
Más información: www.vacheron-constantin.com