Como socio fundador, la manufactura Chopard junto a Bovet Fleurier y Parmigiani Fleurier, celebraron la primera década del reconocido organismo independiente que somete relojes a rigurosas pruebas para evaluar su calidad.
Para pasar la prueba, la fundación mide tan solo cinco criterios. Que la fabricación de las piezas sean 100% suizas. También que los relojes sean creados únicamente con materiales tradicionales. Tendrán que tener superado el control Oficial Suizo de Cronometría y además todos sus movimientos deberán tener una resistencia especifica a los golpes, al uso, al agua y al magnetismo. Y para finalizar deberán superar la prueba de la máquina Fleuritest que mediante un simulador recrea situaciones de la vida diaria con el fin de responder al máximo a un ciclo completo de 24 horas en la muñeca.
La Fundación Calidad Fleurier creció mediante tres aspectos fundamentales, la neutralidad, la naturaleza complementaria de los tests y la reproducibilidad industrial. El co-presidente de la firma suiza, Karl Friedrich Scheufele, aseguró que hoy en día, la obtención del certificado es uno de los retos más duros de la Alta Relojería y que es un orgullo que Chopard sea uno de los creadores.
Más información: www.chopard.es