La legendaria firma de Alta Relojeria IWC inauguró recientemente su moderna manufactura ubicada en la ciudad de Schaffhausen, Suiza.
Este nuevo y tecnológico Manufakturzentrum IWC reúne las técnicas más tradicionales de la marca con los adelantos tecnológicos más impresionantes, como lo son por ejemplo los centros de fresado y torneado de última generación que garantizan la calidad y precisión de las piezas del movimiento y las cajas.
Lo tradicional como la colocación del movimiento sigue siendo un trabajo manual de los expertos relojeros, el cual realizan con una labor extremadamente minuciosa introduciendo en cada pieza el alma que le dará vida.
Este verdadero hito arquitectónico de IWC se llevó a cabo en 21 meses y se destaca a simple vista por sus grandes dimensiones, como así también por sus cristales con perfiles negros que contrastan en los aleros salientes en blanco del edificio.
Christoph Grainger-Herr, CEO de IWC Schaffhausen, se mostró muy satisfecho con el resultado final y declaró: “Ya en 1868, nuestro fundador, Florentine Ariosto Jones, combinó la artesanía relojera tradicional con técnicas de fabricación avanzadas. Hemos seguido fieles a su enfoque de ingeniería y actualmente el nuevo Manufakturzentrum también reúne artesanía relojera y tecnología de vanguardia. No obstante, este edificio no solo ofrece unas condiciones inmejorables para la fabricación de relojes y unas excelentes condiciones de trabajo para los empleados, sino que además materializa el espíritu de la marca IWC y brinda a los visitantes de todo el mundo la oportunidad de conocer de primera mano la elaboración de nuestros movimientos de manufactura y nuestras cajas”.
Por su parte, Andreas Voll, COO de IWC Schaffhausen comentó: “el nuevo edificio nos ha permitido organizar los procesos de producción con la precisión necesaria para conseguir procesos impecables y una calidad excepcional. De esta manera, por ejemplo, la generación de la cadena de valor completa, desde la materia prima hasta el acabado del movimiento pasando por todas y cada una de las piezas que lo componen, se dispone ahora en una misma planta y con una secuencia lógica. He soñado con esto desde que comencé a trabajar en IWC en 2007”.
Una de las tareas que se llevará a cabo en esta nueva manufactura es la de la fabricación de las piezas para los movimientos. Aquí se confeccionarán alrededor de 1500 piezas, que incluyen elementos para los movimientos automáticos de las familias de calibres 52 y 82, para los movimientos de cuerda manual del calibre 59 y para los movimientos de cronógrafo de la gama de calibres 69. Se crearán componentes complejos, como platinas, puentes, masas oscilantes, y también piezas más pequeñas, como palancas, muelles o conectores. Algunas piezas son tan minúsculas que apenas las puede apreciar el ojo humano. Entre las tareas se encuentra también la fabricación de componentes para complicaciones, por ejemplo los calendarios perpetuos, el calendario anual o el tourbillon.