Sólo pocas personas en el mundo pueden sacar su billetera del bolsillo y gastar US$ 450 millones de dólares para comprarse un inmenso barco. Recientemente se vendió uno de los yates más grandes disponibles y los rumores apuntan a que su dueño sería el CEO de la compañía Amazon Jeff Bezos.
Esta megaestructura marina llamada Flying Fox tiene 136 m de eslora y por eso ya entra en la categoría de gigayate. Con esta envergadura se convierte en la embarcación de recreo más grande del mundo en circulación con una velocidad máxima de 20 nudos y velocidad crucero de 15.
El Flying Fox cuenta con capacidad para 22 pasajeros además de lugar para los 45 miembros de tripulación. Esta lujosa joya marítima tiene además 12 camarotes, cocina, comedor, solárium, una piscina de 12 metros y un spa de 400 metros dividido en dos pisos. Pero esto no es todo, este palacio flotante también tiene espacio para un jacuzzi en la cubierta, un salón de belleza completo, dos helipuertos, cine, beach club y sauna.