La casa de subastas Barrett-Jackson vendió recientemente la primera unidad de producción del tan esperado Chevrolet Corvette C8. Esta super máquina se vendió por US$ 3 millones de dólares, que serán destinados para una obra benéfica.
El fabuloso vehículo fue comprado por Rick Hendrick, propietario del equipo de NASCAR Hendrick Motorsport, un apasionado por estos modelos de la firma que ya posee un Corvette Stingray C7, el primer C7 Z06 y el primer C7 ZR1.
El superdeportivo cuenta con el primer motor central y trasero de la firma, tiene propulsor atmosférico y se trata de un V8 de 6.2 litros que produce 495 CV que le permite alcanzar los 312 km/h.